La Belleza de la Sumisión

Amados Hermanos, al comenzar este nuevo día, tomemos un momento para reflexionar sobre una enseñanza fundamental del Evangelio: La sumisión. Este principio es crucial para nosotros como discípulos de Jesús. Sin embargo, debemos reconocer que muchas veces hay confusión e incomprensión dentro de la iglesia acerca de lo que realmente significa someterse. Pablo nos exhorta claramente: «Someteos unos a otros». Esta enseñanza se aleja de la idea comúnmente aceptada por muchos líderes de que solo los miembros deben someterse. No es así; todos estamos llamados a esta hermosa práctica. Pablo ilustra cómo podemos vivir esta sumisión en tres tipos de relaciones humanas fundamentales: el matrimonio, la familia y el trabajo. En cada una de estas áreas, aunque la sumisión toma diferentes formas, sigue siendo esencial para todos nosotros. Imaginemos por un momento trasladar este principio a nuestra iglesia local. Un pastor no debe insistir únicamente en que los miembros practiquen la sumisión; él mismo también debe ser ejemplo al someterse con amor hacia aquellos a quienes pastorea. Es importante notar algo crucial aquí: los mayores abusos respecto a la sumisión suelen ocurrir entre aquellos líderes que creen estar exentos de rendir cuentas por su comportamiento. Ellos insisten constantemente en “exigir” sumisión sin entender uno de sus principios fundamentales: no es algo que se exige sino que se otorga voluntariamente desde el corazón. Jesús mismo nunca exigió sometimiento mediante duras palabras o recordatorios constantes; más bien vivió una vida tan llena del amor y gracia divina que sus discípulos entendieron naturalmente lo vital e indispensable que era tener una relación sana, basada sobre bases firmemente establecidas dentro del respeto mutuo (Mateo 20 :25-28). Finalmente , hay otro principio clave enseñado hoy que debemos practicar “el temor reverente” hacia Dios . A veces fallamos porque no vemos méritos suficientes merecedores frente alguna persona específica ; pero ¿qué tal si cambiamos perspectiva? Y en lugar de ver a la persona in merecedora vemos a Cristo! Así nuestra motivación principal debería venir desde nuestro deseo profundo de agradarle al Señor quien ha trabajado intensamente en esto incluso en los grandes siervos enseñándoles importancia vital detrás verdadera obediencia/sumisión .