Esta es una de las muchas situaciones extrañas que encontramos en las Escrituras. Resulta extraña debido a nuestra incapacidad para comprender completamente la magnitud de los eventos que se nos presentan.
De todas formas, es útil reflexionar brevemente sobre los eventos que se nos presentan en el pasaje. El odio de Saúl hacia David ya se había vuelto extremadamente exagerado.En dos ocasiones, utilizó su lanza para intentar clavar al joven pastor de Belén contra la pared, pero David lograba escapar de sus hombres antes de ser capturado, a pesar de las órdenes claras que había dado. En este momento, Saúl fue informado sobre la ubicación de David, por lo que envió rápidamente mensajeros para traerlo de regreso. Sin embargo, el Espíritu de Dios descendió sobre ellos y comenzaron a profetizar junto a los otros profetas que estaban con Samuel.
La misma situación ocurrió en tres ocasiones, durante las cuales los mensajeros fueron tomados por el Espíritu de Dios. Finalmente, Saúl optó por ir personalmente en busca de David.Probablemente, en este punto, el rey estaba luchando para controlar la ira que sentía hacia la supuesta falta de habilidad de sus hombres. Cuando el rey se acercó a donde estaba David, con el profeta Samuel y otros profetas, el Espíritu de Dios descendió sobre él y estuvo profetizando durante un día y una noche.No pudo hacer nada en absoluto para detener la situación, ni tampoco para llevar a cabo sus malvados planes en contra de la vida del joven israelita que causaba tantos celos en su corazón. Nos animamos a hacer dos simples observaciones sobre lo ocurrido. En primer lugar, es importante destacar que tanto los mensajeros como el rey mismo comenzaron a profetizar, sin embargo, esto no los convirtió en profetas.
Es crucial tener en cuenta esta observación, ya que a menudo confundimos las acciones con la persona. Sin embargo, Dios puede utilizar a cualquier persona, incluso a un animal, si es necesario. Sin embargo, esto no significa que el asno se convierta en un siervo consagrado del Señor. Ser un ministro en la casa de Dios requiere mucho más que simplemente hacer buenas obras para el Señor. Seguidamente, podemos notar que ningún proyecto humano tiene éxito sin la autorización de Dios, incluso los proyectos maliciosos. En ocasiones pensamos que el adversario está libre haciendo lo que le plazca, y nosotros no tenemos manera de protegernos de él.Esta narración nos muestra de manera evidente que el adversario avanza únicamente hasta el límite que se le autoriza, sin excederse en lo más mínimo.La autoridad de Dios se extiende incluso sobre la vida de aquel que planea maldad continuamente.