De la abundancia del corazón

Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas, y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mateo 12.34–35

julio 27, 2024

Buenos dias hermanos que tengan un excelente y bendecido Sabado en el Señor!! Las personas que han vivido varios años comprenden el enorme poder que tienen nuestras palabras. Estas pueden ser la manera en que bendecimos a quienes nos rodean. Una palabra adecuada, dicha en el momento preciso, puede levantar el ánimo de alguien deprimido. Con nuestras palabras podemos edificar, confrontar, exhortar y corregir; todas estas son tareas vinculadas al ministerio de moldear vidas. También somos conscientes del impacto negativo que pueden tener las palabras. Conocemos a personas que han sido repetidamente humilladas por los comentarios de sus amigos, familiares o colegas. Aunque solo se trataba de palabras, lo que escucharon ha dejado marcas profundas en sus vidas. Debido a esto, la vida nos ha enseñado la importancia de ser cuidadosos al hablar, aunque muchas veces es difícil controlar nuestra lengua. Sin embargo, Cristo nos muestra en esta enseñanza que hay una manera más sencilla de santificar nuestras palabras: entender que la lengua simplemente expresa lo que llevamos en el corazón; y es desde allí donde realmente surgen nuestras palabras. Una persona verdaderamente sabia enfocará más sus esfuerzos en su corazón que en su lengua, aunque siempre es prudente medir nuestras palabras. Cuando decimos algo incorrecto, solo estamos revelando lo que llevamos dentro. Aquella persona que constantemente critica tiene un corazón legalista y se pasa evaluando las acciones de los demás. Quien siempre ve lo negativo en todo muestra un corazón ingrato. La persona que continuamente se justifica ante los demás revela inseguridad y temor en su corazón. Y quien habla constantemente sobre el dinero demuestra que ha permitido al dios dinero instalarse en su interior. Aquellos de nosotros que estamos involucrados en varios ministerios dentro de la iglesia debemos prestar atención a lo que dicen las personas con las que colaboramos, ya que esto nos permitirá identificar sus verdaderos problemas. Nuestro reto es llenar nuestros corazones con cosas buenas para que nuestras palabras puedan bendecir y edificar a quienes nos escuchan. Para esto, es necesario que prestemos mucha atención a nuestras palabras y que seamos absolutamente honestos con nosotros mismos. ¿Qué nos dicen nuestras palabras sobre nuestro corazón? ¿Cuáles son los temas que predominan en nuestras conversaciones? ¿Cómo hablamos a los demás? Las respuestas a estas preguntas pueden darnos indicios importantes sobre lo que realmente hay dentro de nosotros. Conociendo nuestro interior, podemos acercarnos al Señor y pedirle que inicie en nosotros la transformación necesaria. Al reconocer y confesar nuestros errores al Señor, el Señor siembra en nosotros perdón, así como lo bueno y justo.

Amén y amén 🙏 Que tengan un excelente Y bendecido Sabado Primero Dios nos vemos mañana! En esta ocasion oremos por la reunion de mañana que DIos obre en su mensaje y en los corazones de cada uno que estara presente. En Cristo Jesús oremos 🙏

Meditemos en esto:

Una vez alguien dijo “Cuando yo era joven, quería cambiar al mundo. Pocos años más tarde, me di cuenta de que aquello era demasiado ambicioso, así que me conformé con cambiar mi estado. También esto, según me di cuenta con el pasar de los años, resultaba demasiado ambicioso, así que me dispuse a cambiar mi pueblo. Cuando me di cuenta de que ni siquiera podía hacer esto, traté de cambiar a mi familia. Ahora, que ya soy un hombre de edad, sé que habría debido comenzar por cambiarme a mí mismo. Si hubiera comenzado conmigo mismo, tal vez entonces habría logrado cambiar mi familia, el pueblo, o incluso el estado… Y quién sabe; ¡tal vez el mundo!” Lee Lucas 6:42